Me levanto de la cama sólo para escribirte.
Porque al menos cinco minutos al día, pienso en TI.
Aunque sea para odiarte por no llamarme,
a pesar de no tener mi número.
Por no regalarme versos de Sabina.
O quizá y sólo quizá,
por lo sonriente que apareces en las fotos abrazado a aquella rubia.
Y no hay reproches que valgan,
porque ni te conozco, ni me conoces.
Pero me gusta tirarte del pelo,
y ver esa pícara sonrisa tras haber descubierto tu travesura,
cuando una vez al mes compartimos cama.
Y esos abrazos tan desmedidos como fingidos
que se olvidan a la mañana siguiente
con esa amnesia repentina,
pero a los que me agarro para no ahogarme,
porque son ya muchas las lágrimas derramadas.
Porque al menos cinco minutos al día, pienso en TI.
Aunque sea para odiarte por no llamarme,
a pesar de no tener mi número.
Por no regalarme versos de Sabina.
O quizá y sólo quizá,
por lo sonriente que apareces en las fotos abrazado a aquella rubia.
Y no hay reproches que valgan,
porque ni te conozco, ni me conoces.
Pero me gusta tirarte del pelo,
y ver esa pícara sonrisa tras haber descubierto tu travesura,
cuando una vez al mes compartimos cama.
Y esos abrazos tan desmedidos como fingidos
que se olvidan a la mañana siguiente
con esa amnesia repentina,
pero a los que me agarro para no ahogarme,
porque son ya muchas las lágrimas derramadas.
Y esos mordiscos que me das en mi nariz,
todavía virgen,
cuando tú vas hasta las cejas de coca.
Con tu chulería innata al encenderte un cigarro,
digna de los mejores años de Marlon Brando.
todavía virgen,
cuando tú vas hasta las cejas de coca.
Con tu chulería innata al encenderte un cigarro,
digna de los mejores años de Marlon Brando.
Y entonces sueño
que compartimos sueños,
música,
y humo.
que compartimos sueños,
música,
y humo.
Porque nos pueden los bares y las ganas
mientras brindamos por lo que nos gustan las barras.
Pero te odio porque vas de estrella del rock sin serlo
y de poeta trovador disfrazado de putero.
mientras brindamos por lo que nos gustan las barras.
Pero te odio porque vas de estrella del rock sin serlo
y de poeta trovador disfrazado de putero.
Te odio porque a pesar de no haberme proporcionado ningún polvo decente
sigo queriendo acostarme contigo.
sigo queriendo acostarme contigo.
Te odio por no tener el mismo interés en conocerme,
que yo de olvidarte.
que yo de olvidarte.
Te odio porque al final
siempre acaba pesando más el físico
que la química.
siempre acaba pesando más el físico
que la química.
Pero prefiero dedicarte a ti cinco minutos,
que un puto segundo,
a cualquiera de las heridas que tengo abiertas
y me desangrarían al instante.
que un puto segundo,
a cualquiera de las heridas que tengo abiertas
y me desangrarían al instante.
Pero al menos cinco minutos al día pienso en ti.
Para odiarte.
Para odiarte.
Por no poder follarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario